¿Cuándo empezaste a escribir?
Empecé
a escribir a vuestra edad. Empecé escribiendo poemas, inventado historias… pero
tampoco escribía muchísimo. Yo tenía mucha imaginación y me gustaba, sobre todo
escribir poemas (y que eran muy malos, además).
Luego,
con los años, estudié una carrera y me puse a trabajar, y dejé de escribir, y
lo retomé hace poquitos años cuando volví a tener tiempo.
¿Cuál fue el primer libro que
escribiste?
“La
mano del arquero”. Es un libro de contenido jurídico y que va sobre el acoso
laboral. Escribí sobre la crisis, el abuso de algunos jefes…
Tu nuevo libro se titula Puerto
Escondido, ¿de dónde viene la idea para escribirlo?
La
idea viene de que mi abuela era una gran contadora de historias y siempre me
contaba historias de la Guerra Civil, de cuando era pequeña. A mí me llamaba la
atención lo diferente que era la vida, sin ser hace tantísimo tiempo. Me gusta
rescatar esas historias perdidas porque hay cosas que no salen en los libros. Simplemente
quise rescatar esas historias.
El tener familia en Cantabria, ¿fue una
ayuda para escribirlo?
Sí,
yo tenía allí familia que me podía contar anécdotas. Además, yo descubrí que
había habido un crimen terrible en aquella costa, y con eso escribí toda la
historia. Para documentarme tuve que viajar allí varias veces.
Es un libro, según nos han dicho, del género
negro (policíaco). ¿Es tu género preferido?
Precisamente,
este es un gran debate. Yo no creo que mi novela sea género negro. Para mí es
una novela de misterio, con acción. Cuando hay un muerto y una investigación,
enseguida te catalogan de género negro, pero yo no diría que lo es. No es mi
género preferido. Me gustan las historias de misterio, históricas… y las
biografías, ver que ha hecho la gente con su tiempo.
Este libro ¿está basado en una historia
real?
En
parte sí. No estoy contando exactamente un hecho real, me inspiré en ese crimen
pero imaginé que podía haber pasado. Hay como dos tramas, una en el pasado y
otra en el presente. En ellas yo introduje un psicópata, entre todas aquellas
personas normales.
¿Te esperabas el éxito que está
teniendo?
Yo
esperaba que fuese muy bien. Simplemente que una editorial grande confíe en un
escritor que empieza es algo extraordinario. Yo sabía que la historia tenía
alma, pero no imaginaba que el éxito sería tan grande. En tres meses, tres
ediciones. Y en una persona desconocida. Es algo bonito, sorprendente.
Si volvieses a escribirlo, ¿volverías a
hacerlo igual?
No,
seguramente no. Porque yo tampoco soy igual. Todos vamos cambiando. Al escribir
este libro, con mi edad, fue diferente que si lo hubiera escrito hace diez
años. De hecho, el que estoy escribiendo ahora es distinto, lleva mi esencia de
ahora.
¿Notas alguna desigualdad respecto a los
escritores masculinos?
Bueno,
no exactamente pero si es verdad que se cataloga muchas veces “novela para
mujeres”. Mucha gente me dijo que no leería mi libro porque “lo ha escrito una
mujer y seguro que tiene recetas de cocina”. Como que no era una novela de
calidad. Pero sin embargo, el premio Planeta de este año lo ha ganado una
mujer.
Si
veo que los lectores, a veces, piensan que las mujeres escriben cosas
“blandengues” y no es así. Yo leí muchos libros de hombres que eran muy
blandengues. No se debería poner etiquetas.
¿Qué prefieres: la abogacía o la
literatura?
La
literatura. Quizás porque estuve trabajando como abogada mucho tiempo y la
vertiente de escribir siempre estuvo dentro de mí, y a mí me gusta mucho contar
historias. Además, he descubierto que cuando conectas con el lector es muy
bonito porque acompañas a esas personas. El libro no te arregla la vida, pero
te acompaña unos días y será un recuerdo que formará parte de tu vida.
¿Cuáles son tus sueños como escritora?
De
entrada, el éxito como escritora son los lectores. Mi sueño es poder llegar a
las personas y que sea útil mi trabajo. Poder vivir exclusivamente de la
escritura, que es muy difícil.