P.-
¿De pequeño pensaba que llegaría a ser alcalde?
R. No, no lo pensaba, pero
me admiraban los alcaldes, tanto al alcalde de Vigo como a los alcaldes de los
municipios del entorno.
P.- ¿Qué quería ser de pequeño?
P.- ¿Qué quería ser de pequeño?
R. De pequeño lo que hay que
hacer es estudiar y divertirse. Se puede hacer todo: se puede estudiar,
practicar deporte, se puede hacer música…
Y yo sí hice algo de
pequeño: siempre hice mucho caso a mis profesores. Porque los profesores
aciertan. Por supuesto, también hay que hacer caso a mamá, a papá y a los
abuelos, pero hay que hacerle mucho caso a lo que digan los profesores.
P.-
¿Cómo era Vigo cuando tenía nuestra edad?
R. Era un sitio más pequeño.
Ya era una gran ciudad; cuando yo tenía vuestros años ya era una gran ciudad.
Ya apuntaba que iba a ser mucho mayor, como es ahora.
Toda la zona de Coya no
existía. Cuando yo tenía diez años en Coya no había nada, era campo, el lugar
donde aparcaban los tranvías. Esta zona de Coruxo ya existía, pero la carretera
importante era la que venía de Bayona a Vigo, no había autopistas ni autovías,
el aeropuerto era muy pequeñito… pero era una ciudad a la que yo le quería
mucho.
P.-
¿Cuándo supo que querías ser alcalde?
R. Yo soy profesor en la
Universidad, esa es mi profesión. Y me gusta la política, porque es trabajar
para la gente. A mí me parecía muy importante que Vigo supiera lo importante
que es, y que se sintiera la gran ciudad que somos. Y pensé que yo podía
contribuir a que Vigo fuese un poquito mejor de lo que era. Entonces me
presenté a la Alcaldía y fui elegido.
P.-
¿Hasta cuándo será alcalde?
R. El alcalde es elegido por
los ciudadanos. Se elige por cuatro años. Yo fui elegido para una legislatura,
luego para otra, y ahora acabo de ser elegido para cuatro años más. ¿Cuánto
tiempo me gustaría ser alcalde? El tiempo que se necesite para completar el
proyecto de renovación de Vigo que yo tengo en mente. Y eso significa, al
menos, ocho años más. Ocho o doce más.
P.-
¿De qué otra ciudad le gustaría ser alcalde?
R. De ninguna. Vigo es
irrepetible. Sólo quiero ser alcalde de Vigo. La ciudad más bonita es la de
cada uno, y Vigo es una ciudad fantástica. Yo tengo la teoría de que tenemos
que conseguir que Vigo tenga un lugar en Europa, no sólo en Galicia o España, y
eso es lo que tenemos que hacer.
P.-
¿Es difícil gobernar esta ciudad?
R. Una ciudad como Vigo es
fácil gobernarla si la quieres mucho. Porque si la quieres todo lo que haces es
bueno para la gente, y la gente lo ve. Debo decir que después de mi familia lo
más importante para mi es Vigo. Ser alcalde de Vigo me hace feliz, así que
podríamos decir que se lleva bastante bien.
P.-
¿Qué le gustaría cambiar de la ciudad?
R. ¡Ya cambiamos muchas
cosas! Y tenemos que seguir cambiando. Yo quiero humanizar toda la ciudad, que
sus 1.700 calles sean bonitas. En el centro, en la periferia, en el rural…
Quiero que todos los vecinos tengan aceras, parques infantiles, pistas de
skate, instalaciones deportivas… muchas cosas que ya estamos haciendo. Quiero
un Vigo para los niños y las niñas, un Vigo donde estéis cómodos. Quiero llenar
Vigo de parques infantiles… aunque los mayores también piden parques de
mayores. Y hay que hacer de todo: canchas de baloncesto, campos de fútbol,
pabellones… Y tenemos que hacer cultura.
Hemos hecho mucho, pero aún
nos queda mucho por hacer. Por ejemplo, en dos años tendremos un campo de
Balaidos nuevo, que os dejará pasmados.
P.-
¿Qué aspecto de Vigo necesita más cambio?
R. Hay una parte muy
importante en una ciudad: la gente que lo pasa mal. Hay mucha gente que perdió
el trabajo, hay familias que no le pueden dar de comer a los niños… eso para mí
es importantísimo. En la ciudad tenemos que ser todos iguales. No puede ser que
haya niños que estén mejor y niños que estén peor. Los niños sois todos
iguales, y nosotros tenemos que encargarnos de que todo el mundo tenga casa,
comida, electricidad… de que todos los niños puedan ir al colegio y sus padres
no pasen penalidades. Somos la ciudad de España que más atiende todo esto y
tenemos que estar muy atentos a los que lo necesitan más porque le puede pasar
a cualquiera, y todos queremos ser bien tratados cuando nos va mal. Y a todo
esto yo quiero dedicarle un esfuerzo enorme.
R. A Vigo. Yo quiero que
Vigo, cuando la gente venga diga: “Vigo es más bonito que Roma”, o Nueva York,
o París… yo quiero que Vigo sea la ciudad más bonita del mundo. Mi ambición
para Vigo no tiene límites.
P.-
¿Qué es lo que más ha cambiado de Vigo en los últimos cincuenta años?
R. Yo creo que Vigo hace
cincuenta años era una ciudad que se estaba buscando a sí misma. En estos años,
y yo tengo que hablar de los últimos nueve, que son los que yo llevo, Vigo se
transformó en una ciudad llena de luz, de color, de vida. La gente vive la
calle, hace deporte… y tenemos lo que tenían ciudades que envidiábamos hace
nueve años. Por eso, un alcalde debe atender a todo, no hay parcelas más
importantes. Por ejemplo, para mí sois muy importantes los niños y yo quiero
que os sintáis bien. Le queráis a la ciudad. Pero también me importan mucho
vuestros abuelos y vuestros padres. Me preocupan mucho las personas con
discapacidades… y quiero darle soluciones a todos.
Vigo es una ciudad que tiene
recursos económicos. Tiene industria, tiene economía. Y por eso podemos atender
a todos, porque cada persona es importantísima. Los 300.000 habitantes.
Y ahora, dentro de poco,
vamos a ser 600.000, porque estamos haciendo el área metropolitana de Vigo:
Vigo más los veintiocho pueblos del entorno (Nigrán, Bayona, Tuy, Gondomar…). Y
yo los quiero unir a todos.
P.-
¿En qué ha empeorado la ciudad en esos años?
R. Desde que yo soy alcalde
en nada. Bueno, en los últimos años vino la crisis y nos hizo mucho daño. A
nosotros, a Nueva York, a Londres, a todos. En Vigo le estamos haciendo frente,
y recuperará todo su potencial económico y todo su empleo.
P.-
¿De dónde surgió la idea del dinoseto? ¿cuántos llegará a haber?
R. El dinoseto fue una broma
colectiva. Estabamos haciendo Rosalía de Castro, humanizándola, y en una de las
glorietas dejaron un espacio y por la noche vino le dinosaurio y se puso allí.
Pero no estaba contento, prefería ir a la Puerta del Sol. La noche siguiente se
fue para allí andando. En Rosalía de Castro pusimos un olivo en forma de V, que
tiene trescientos años.
Un día, puso un huevo. Y
llamó a otros dinosetos. Habrá unos diez dinosetos más. Y si sabéis de un sitio
donde poner uno, me lo decís y lo ponemos.
Es una broma en la ciudad,
es un gesto de buen humor. Algo que nos divierte.
P.-
¿Por qué siempre que viajo con mis padres debo ir a Santiago o a Oporto a pesar
de que Vigo tiene aeropuerto?
R. No es que Vigo sea más
caro. Lo eran, porque con ayudas de todos se beneficiaba los vuelos desde
Santiago o desde Oporto. Eran más caros porque la Xunta no ayudaba a Vigo,
aunque sí a Santiago y a Coruña. Ahora, el Ayuntamiento ya ayuda al aeropuerto
de Vigo. Así que ya recuperamos líneas y precios baratos. Ahora, ya se puede ir
y volver a Barcelona por 40 €, por ejemplo.
P.-
¿Por qué se ha tardado tanto en hacer la depuradora?
R. La depuradora era
imprescindible porque es la vida de la ría entera. Y es cara pero necesaria,
porque queremos que acabe el mal olor para siempre. En ella, los gases están
encerrados en unas grandes cúpulas y ya no salen de allí, y por eso, dejará de
oler mal en la zona de Coruxo para siempre.
P.- ¿Cómo será el Vigo del futuro?
R. Pues yo ambiciono que
Vigo llegue a tener la belleza y la visión de Roma, la grandeza y la modernidad
de Nueva York y me gustaría que fuese tan abierta como es Madrid. Todo eso es
Vigo: es bella, es moderna…
Yo no nací en Vigo, yo nací
en Ponteareas. Pero aquí, todos los que venimos de fuera, somos de Vigo. Vine
muy pequeño, estudié en el Santa Irene… Vigo es una ciudad muy abierta. Le
quiere a todo el mundo. Somos una ciudad acogedora.
P.-
¿Cómo se arregla el problema de la población?
R. La caída de la natalidad
se debe a la economía. Si no hay empleo, la gente no puede tener hijos. La
población depende del trabajo. Hay que darles facilidades a los padres en el
trabajo, ayudas, escuelas infantiles… y también hay que facilitar la
integración de la gente que llega de fuera.
P.-
De las profesiones que has desempeñado, ¿cuál te parece la mejor?
R. Yo soy profesor de
Universidad. Yo creo que ser profesor es una profesión fantástica.
P.-
¿Por qué el ayuntamiento no le da la misma importancia a todos los deportes y
prima al fútbol?
R. Yo le doy la misma
importancia a todos los deportes. Debemos diferenciar entre aquellos que
practica mucha gente y aquellos que son minoritarios, como la esgrima.
Cuando hacemos la Vigo Cup
participan tres mil quinientos niños o niñas. Debemos movilizar todos los
campos de fútbol de la ciudad. En natación estamos haciendo la liga escolar,
damos ayuda y seguiremos apoyando este deporte; como el balonmano, el
baloncesto, el judo y el karate (que practican miles de niños de Vigo). Incluso
el hip hop… Todos los deportes son importantes. Yo quiero que los niños hagáis
deporte, atletismo. Desde que yo estoy hemos abierto campos, pabellones de
deporte…
P.-
¿Cómo le gustaría que le recordasen como alcalde?
R. Como una buena persona.